Una guía para no equivocarte al elegir una pareja 1


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De todos los lugares fascinantes que podemos visitar, de todos los caminos exóticos que podemos recorrer, el amor es la mayor aventura de todos, pero exige un gran valor, aceptar riesgos y cambios y crecer sin descanso.

Las relaciones no funcionan porque:

1) Estás con la persona adecuada pero la amas de forma equivocada (bajo nivel de comunicación, falta de intimidad, deseos no manifestados y resentimiento, falta de atención a la relación)
2) Estás con la persona equivocada (incompatibilidad en el modo de amar y estilo de vida, falta de valores y preferencias en común)

Razones erróneas para una relación:

1) Sentirse presionado (por la edad, la familia, los amigos,…). Con ello renuncias a tu propio poder de decisión.
2) Sentir soledad y desesperación. Bajo este estado de ánimo es muy probable hacer elecciones amorosas que terminen en relaciones insatisfactorias. Eres un ser humano valioso y digno de ser amado, que se merece disfrutar de la clase de relación que deseas y no sólo de la que crees que puedes obtener en momentos difíciles. No rebajes tus expectativas.
3) El apetito sexual. Atracción física y compatibilidad no son lo mismo.
4) La necesidad de distracción. Eso impide enamorarse de la persona en sí misma y utilizar las relaciones para evitar enfrentarse consigo mismo.
5) Evitar madurar, querer que alguien nos cuide. Eso conlleva a buscar en la pareja un sustituto del progenitor y a permanecer en un estado de irresponsabilidad e inmadurez.
6) Temer dañar los sentimientos del otro al rechazarlo, no saber decir “no”. Sin embargo, cuando se decide estar con alguien por culpabilidad en vez de por amor, estás destrozando tanto a esa persona como a ti mismo.
7) La necesidad de llenar tú vacío emocional o espiritual. No hay que salir nunca a buscar pareja sin antes haberse llenado uno mismo. La motivación para una relación no es buscar un salvador sino sentirse lleno de amor para compartir y estar dispuesto a aprender más sobre uno mismo al mirarse en el espejo de la persona amada. Una relación no es una posesión sino un proceso.

Falsos mitos sobre el amor que nos impiden hacer elecciones inteligentes de pareja:

1) “El verdadero amor puede con todo”. Creer eso trae como consecuencia no afrontar que las discrepancias o diferencias de carácter sí importan, mantener relaciones insatisfactorias, conflictivas o desgraciadas creyendo ingenuamente que con un poco más de amor el otro cambiará. El amor no es bastante para que una relación funcione. Es preciso que haya compatibilidad y compromiso.

2) “Si el amor es auténtico, lo sabré en el mismo momento de conocer a la otra persona”. El entusiasmo del placer del amor a primera vista o flechazo suele ir seguido por el desánimo cuando la relación no resulta tal y como esperábamos. Una primera impresión de alguien no es suficiente para saber si será una pareja saludable y cariñosa. El amor verdadero necesita tiempo para desarrollarse.

3) “En el mundo sólo hay un auténtico amor conveniente para mí”. Aferrarse a esa idea te impide apreciar la singularidad de las nuevas personas que conoces y te impide abrirte a una nueva relación después de haber terminado la anterior.

4) “La pareja ideal llenará todos los aspectos de mi vida”. No debes esperar que tu pareja haga por ti lo que deberías hacer por ti mismo. El amor se da compartiendo plenitud, no vacío.

5) “Si experimento una plena compenetración sexual, debe tratarse de amor”. El que exista una buena química no significa que haya compatibilidad en otros aspectos.

6) Si no siento atracción a primera vista significa que nunca me gustará, mejor me ahorro tiempo y ni lo intento.

No es la suerte lo que hace funcionar una relación, hay que elegir a la persona adecuada y trabajar juntos con ahínco para crear la clase de intimidad y armonía que se desea. Ahora bien, las personas somos espíritu, alma y cuerpo. Ser compatibles por tanto tener afinidades en estos tres aspectos.

Aprendiendo a ser compatibles

La armonía en la pareja. Muchos crecimos pensando que se era o no compatibles. Vemos aquí que ser compatibles es algo que uno hace que suceda.
H. Norman Wright


Una buena pregunta es: ¿Qué es la compatibilidad? Sin embargo, puede ser que mi respuesta no sea la que estás esperando. La compatibilidad no es algo que sucede simplemente, uno hace que suceda. Las parejas que están de novios piensan que son compatibles, pero no lo son. Se necesita una relación matrimonial para tener la oportunidad de volverse compatibles, y se requiere la primera década de casados para que esto se convierta en una realidad. Se la obtiene a lo largo de un período.

El diccionario define “compatibilidad” como la “capacidad de convivir armoniosamente, de acuerdo, combinar bien, etcétera”. Para ser compatibles significa que vos y tu pareja tendrán que hacer algunos cambios. Pueden cambiar. Van a cambiar. De hecho, deben cambiar, sino se estancarán. El cambio es uno de Los ingredientes de un matrimonio sano.

Los matrimonios que reflejan cónyuges compatibles tienen un ingrediente llamado “educación mutua”. Esto significa que ambas partes se han convertido en maestros habilidosos, así como también en aprendices receptivos.
La educación mutua es un proceso cordial. Implica el ejemplo positivo de las actitudes o conductas deseadas para tu pareja, así como también la disponibilidad para ser flexible y cambiar. También involucra estímulos amables, aliento, creer que tu pareja puede cambiar, evitar echar culpas y censurar.

Encontramos distintas áreas en donde la pareja debe ser compatible, pero la más importante de todas es la compatibilidad espiritual. Para que se produzca, es necesario que ambas partes conozcan y amen a Jesucristo. Ser compatibles no se mide por el hecho de que ambos pertenezcan a la misma iglesia, les guste asistir tres veces por semana o tengan los mismos dones espirituales. La personalidad única de cada uno de ustedes entra a jugar en términos de cómo se experimenta y se expresa su fe. Hay muchas diferencias que no niegan la compatibilidad.

Desde mi perspectiva, así es cómo veo la compatibilidad espiritual: las creencias son vitales. Estas incluirán que cada uno de ustedes tenga una relación personal con Jesucristo, que tenga un deseo de seguirlo y un deseo de que los demás también lleguen a conocerlo. La importancia y el valor que cada uno coloca en Las Escrituras como la guía para su vida, son parte de la compatibilidad.

Creo que un tema clave es la capacidad de comunicarse acerca de la vida espiritual entre sí. ¿Pueden meditar juntos Las Escrituras? ¿Comparten peticiones de oración y oran juntos? ¿Hay dudas o resistencia cuando comparten pensamientos, preocupaciones o creencias espirituales? Es mejor ver el desarrollo de este aspecto, antes de casarse, como uno de los elementos que los atraen.

Habiendo observado estas preocupaciones, hay otra que es el factor decisivo para saber si uno es compatible o no. La cuestión principal tiene que ver con la voluntad de Dios para tu vida y para tu cónyuge. La voluntad de Dios es central, fundamental y el aspecto más importante. Desearla significa entregar tu vida a Dios y pedirle que sea el agente que tome la dirección.

En respuesta a esa entrega, Dios hará por vos lo que no puede lograrse mediante el esfuerzo de tu propia voluntad: Él renovará tu mente, cambiará la manera en que piensas. Esto incluye tus metas, tus valores, tus actitudes y tus prioridades. Todo se alineará con lo de Dios.
Cuando conozcas cuál es la voluntad de Dios para vos, te darás cuenta de que el plan de Dios es siempre bueno. Dios nunca planifica cosas malas o perjudiciales para ninguno de sus hijos. No simplemente es bueno el plan de Dios, también es placentero. La entrega total a Dios es la puerta a una vida llena de retos y placeres que no pueden experimentarse de otro modo.

Con los años he conocido a muchos cristianos que hicieron este tipo de entrega. Nunca conocí a uno que lo lamentara. Conozco a otros cristianos, por otra parte, que fueron retados a hacer esta entrega… y se negaron. Casi sin excepción, terminaron frustrados e insatisfechos.

Al continuar progresando en tu descubrimiento del plan de Dios, irás más allá de lo bueno y lo placentero, a lo perfecto. Si se lo abraza plenamente, el plan de Dios es perfecto. Cubre cada área de tu vida, satisface toda necesidad, satisface cada ansia.

Si el matrimonio es parte del plan de Dios para tu vida, entonces puedes confiar que Él trabajará en cada detalle. Te acercará a una persona que es exactamente apta para ti. Juntos, pueden experimentar el matrimonio como Dios lo diseñó originalmente. Esto será un nivel más elevado, como el mundo jamás soñó.