COMPROMISO FIRME
Un compromiso firme
La acción es movimiento, y todo lo que se mueve tiene vida. Por eso, si has llegado a ser consciente de cuáles son tus objetivos y tienes las herramientas para poder alcanzarlos, solo te resta asumir la responsabilidad del cambio y pasar a la acción.
El proceso de coaching termina con un firme compromiso por tu parte de llevar a cabo la decisión tomada.
Decide libremente, no estás obligado a acertar.
Lo más importante no es tanto acertar, en el sentido de llegar rápido al objetivo, sino aprender a ser autónomo y libre, tomar las riendas de tu vida, decidir desde uno mismo con el mínimo condicionamiento exterior.
En esta evolución, la experimentación juega un papel esencial. La primera decisión no tiene por qué ser la definitiva. Tendrá valiosa en la medida en que sea autónoma, pero nada impide que ensayes diversas fórmulas y aprendas de la experiencia.
Cambiar desde los cimientos
Las técnicas del coaching persiguen un cambio transformacional, profundo, duradero. Una evolución desde los cimientos de la persona o el grupo. Un cambio que sea efectivo porque nos reconstruye desde nuevos valores.
Se trata de crear genuinos nuevos modelos de gestión de nuestra salud, nuestras relaciones, nuestra empresa, en vez de repetir eternamente los viejos esquemas.
En particular, con el coaching se puede llegar a una transformación de la cultura corporativa de nuestra empresa, que además de la rentabilidad económica, atienda también a las necesidades de las personas que la conforman.