Carta, a ti que no tienes ganas de seguir...

Todos hemos tenido la necesidad de escaparnos, de huir, de dejarlo todo y empezar a caminar sin rumbo, sin plan, con la sola intención: desaparecer… Con la esperanza de que el dolor que sentimos se vaya, que así como ya no estamos, así se esfume eso que nos duele, que nos atormenta, que nos corroe,que nos destroza, que nos mata!

¿Quién no ha querido volar, tan alto, tan alto que nadie pueda tocarle, ni para bien ni para mal? ¿A quién no se le haocurrido, en ese momento de angustia, gritar fuerte, tan fuerte tan fuerte que todos puedan oír su dolor?
Es imposible creer que todos pasaremos por la vida sin aunque sea un momento donde pensáramos en que era mejor ya no existir.
Así como se marchita una flor, así se va marchitando el alma con el dolor, con los pesares, con el miedo… Y así mismo con esa misma intensidad se siente el corazón explotar de tristeza.
No es fácil salir adelante, no, nadie dijo que lo fuera…Hoy quiero decirte que no estas sol@, que hay muchos que hemos sufrido, por algo como lo que te aqueja, en menor o mayor proporción, pero al igual que tu hemos querido morir.
Sé que sientes que no hay salida, que la escapatoria es no existir, que más adelante ya no hay nada que te devuelva  “la vida” pero te juro que sí, que hay, que lo que te espera cuando te levantes es mejor, mayor y te dará más dicha de la que antes tuviste.
Que es en este momento cuando sientes que ya no puedes no quieres poder, cuando te invito a que te regales este día, a que hoy, solo por hoy no te quites la oportunidad de ver que hay más adelante, que más puedes obtener de este viaje, que más puedes dar a otros?
No te conozco, no me conoces, pero somos herman@s, compartimos la misma casa (Nuestro planeta) tenemos los mismos padres (Nuestros ancestros) y vivimos la misma vida, esta que es tuya y que es mía, así que herman@ querido, demosno el día de hoy, veamos que más hay detrás de este dolor, dejemos que la paz nos invada en este momento y dejémonos acurrucar por los buenos recuerdos, esos que están opacados en este momento por el dolor, démosle cabida a esa dicha que una vez tuvimos y “echemos manos” de lo mejor que hemos tenido para que, como bálsamo reconfortante, alivie nuestras heridas.
Vive hoy, solo hoy… Manana, por favor, vuelve a leer esta carta!