Es importante que lo anotes en una hoja de papel o en un cuaderno personal dedicado exclusivamente a este tipo de ejercicios. Anota varios aspectos que te gustaría que los demás recordasen cuando piensen en ti y no estés. Algunos ejemplos pueden ser estos: Buena Persona, Simpático, Alegre, Generoso, Honesto, Amable, Educado, Sincero, Cariñoso… Una vez que hayas decidido ya cómo deseas ser recordado, memoriza la lista de adjetivos que has escrito y comienza desde este mismo momento a convertirte en esa persona.
Te animo a que realices el ejercicio y te comprometas con él, pues los resultados pueden sorprenderte.
Javier Morán Serrano