En estos días estaba en mi vehículo esperando a que la luz cambiara a verde, cuando, de la nada, salió un limpiavidrios y con su esponja totalmente empapada de no sé qué cosa, intentaba ¨limpiar el cristal del vehículo¨, que desde mi punto de vista, no estaba sucio. Con un gesto amable pero firme le dije, ¨Por favor no lo hagas que contigo, es la quinta vez que limpian el cristal ´´. El muchacho, que mas bien ya era todo un hombre, me mira con sus cejas medio levantadas y me dice: ¨Doña pero si se lo siguen limpiando es porque todavía esta sucio¨.
Ese semi diálogo dio pie a una frase que me ha acompañado desde entonces: ´´Si sigo pasando por lo mismo, es porque aun no he aprendido´´, es decir, tengo que pasar por esto otra vez hasta que la lección esté asimilada.
Por eso es que nos encontramos en el camino con gente, situaciones y compromisos que ya hemos vivido en el pasado, y nos decimos: ¨Esto me recuerda a la vez que………..¨o ¿Por qué me encuentro con el mismo tipo de……….? o refiriéndonos a otra persona, comentamos: Fulano siempre se relaciona con ese tipo de mujer u hombre.
En vez de quejarnos de que nos está pasando lo mismo, deberíamos tener un detector automático de ¨Situaciones ya pasadas¨ o de ¨Personas que no nos funcionan¨, pero no es así. Debemos pasar una y otra vez hasta que un día de forma intuitiva ya sabemos cómo lidiar con situaciones, personas y procesos ya conocidos por nosotros.
Yo me pregunto, ¿Por qué aprender?, ¿para qué aprender?, ¿Cuál es el beneficio?, entonces comienzan las ideas a aflorar, como si las ideas saltaran de mi cabeza y pienso: Es necesario aprender para evolucionar, necesito aprender para enseñar a otros, para acompañar a otros, para tener eso que llaman EXPERIENCIA, que no es mas que la repetición de las cosas, hasta que ya no son necesarias en nuestro aprendizaje.
¿Será que es tan difícil ver, cuando lo que nos pasa no es mas que una repetición de algo inconcluso?, parecería que así es que está diseñado todo, pero el hombre tiene dentro de sí, un grillito que le da una alerta de que ya ha vivido esto que se presenta, pero como somos tan obstinados en lo que queremos, no nos detenemos a escuchar esa voz interior, que si nos calmáramos y desaceleráramos nuestros pasos, podríamos interpretar de una manera eficiente.
Si te examinas sin apasionamientos, verás que has vivido lo mismo en diferentes etapas de tu vida y por eso ya conoces el camino. No creas que es una maldición o, como me decía alguien muy recientemente: ´Jissell eso es el destino´. O sea , él lo que me quiere decir es que hay personas condenadas a lidiar una y otra vez con lo mismo sin ningún propósito, simplemente por el gusto de ese Dios sádico que juega con estos hombrecitos, como si fueran títeres. ¡VÁLGAME DIOS!!!!, a mí no me parece que ese sea el fin de estos ¨Deja Vu¨, es más, creo que es sano que las situaciones sin resolver sean zanjadas, que aquellos cabos sueltos que dejamos en el pasado, sean atados y que las lecciones sin aprender sean asimiladas. En definitiva creo que es importante y necesario que repitamos las cosas hasta que hayamos aprendido lo que hace falta aprender.