¿Por qué no me siento pleno con mi trabajo?



"POR ALGUNA RAZON ESTE ARTICULO TUVO UN GRAN IMPACTO EN AMIGOS MUY QUERIDOS, QUIERO VOLVER A COMPARTIRLO CONTIGO"

Al comenzar nuestra vida laboral, es común que nos precipitemos a tomar un empleo por razones diferentes a la felicidad que éste nos pueda producir. Porque se trata de una empresa de renombre, por que el salario es bueno, porque nos queda cerca, porque nos lo ofreció un pariente, por necesidad, o sencillamente, porque fue lo único que encontramos.
Al no hacer un análisis a conciencia de en qué nos estamos metiendo, no es de extrañarse que con el paso del tiempo nos encontremos, estresados, aburridos o desmotivados. Y es que el hecho de que una empresa sea muy buena, no necesariamente significa que sea la adecuada para ti. Podrá tener miles de millones de utilidades, pagar excelentes prestaciones y quedar a la vuelta de la esquina, pero si lo que a ti te hace feliz es una organización más personalizada, o tener tu negocio propio, una compañía así te va a generar una ansiedad terrible.
Y esa es solo una de las formas de estar en el lugar equivocado. Ser tímido y trabajar como vendedor, querer hacer una contribución social y ser cajero, registrar datos cuando a uno le encanta la gente, tener jornadas muy largas cuando la familia es importante o ser gerente cuando uno prefiere un trabajo más operativo, podrían ser otras tantas.
Pero la peor parte viene cuando comienzas a acumular experiencia en un campo que no te gusta y cada día que pasa, te resulta más difícil echar la decisión para atrás y arrancar de nuevo. ¿Significa eso que te tienes que quedar ahí per sécula seculorum?… ¡Ni más faltaba! Lo qué sí significa es que cada día extra que te quedes ahí, será un día que dejes de ser feliz.
Encontrar el trabajo que te hace feliz no es una tarea fácil, pero tampoco una misión imposible. Si además la perspectiva es que vas a disfrutar de tu día a día, bien vale la pena invertirle tiempo y ganas. No te preocupes, que con este ciclo te ayudaré a hacerlo paso a paso y al final te va a haber resultado más fácil de lo que te imaginaste.
Lo primero que vamos a hacer es aclarar tus sueños y para eso volveremos a la infancia, época feliz donde nos dábamos la oportunidad de expresar lo que queríamos ser de “grandes” sin pensar en ningún tipo de barreras. Al soñar, no pensábamos que había que tener dinero, ni darle gusto a la familia, ni nada que se le pareciera. Nuestros sueños eran totalmente limpios. Una hoja y colores eran todo lo que necesitábamos para plasmar nuestro futuro, tal cual lo veíamos en nuestra imaginación.
Así que te invito a que tomes lápiz y papel y pintes tu futura vida laboral, tal cual te gustaría que fuera. No importa si te salen mamarrachos, porque solo tú la vas a ver. Incluye diferentes aspectos como:
• El sector en el que te gustaría trabajar
• El tamaño de la compañía
• La ubicación geográfica (el mundo es el límite)
• El ambiente de trabajo
• Los compañeros
• El cargo
• El tipo de contrato
• La capacitación
• El nivel de reconocimiento
• Los viajes
• Los contactos
• La jornada
• La flexibilidad de horario
• Las vacaciones
• Cualquier otro aspecto que sea importante para ti.
Cuando termines tu dibujo míralo bien y escribe un breve resumen de lo que significa tu visión.
¡Feliz viaje al futuro!